Julio Vale Vale es Ingeniero Técnico Industrial en Electricidad y Automática y Máster en Investigación en Energías Renovables. Posee una amplia experiencia en implementación de soluciones de recarga de vehículo eléctrico, asesoramiento e inspección en energías renovables, desarrollo de monitoreo y asesoramiento energético en empresas e implementación de sistemas de producción de hidrógeno. En la actualidad es responsable de desarrollo de producto en el área de Energía, Movilidad e Instalaciones de SGS.

Recientemente ha sido ponente del Simposium Urban Solutions celebrado  en Vigo del 20 al 22 de septiembre en dónde expuso la ponencia “Electromovilidad. Infraestructura de recarga para electrificación de flota de empresa”.

• Estamos viviendo un profundo cambio de paradigma en cuanto a movilidad, ¿en qué consiste?

La movilidad está ampliamente ligada a los combustibles que utilizamos, iniciativas como la normativa europea de emisiones CAFE (Emisiones de Combustible Medias Corporativas) y las zonas de bajas emisiones propuestas para las ciudades, que empuja a los fabricantes a producir vehículos con bajas o nulas emisiones. Además, la sociedad, que empieza a ver de manera sensible el impacto del cambio climático, se está concienciando que debemos tener un consumo sostenible aumentando la demanda de vehículos que menos contaminantes. 

Es aquí donde el vehículo eléctrico y el de hidrógeno tienen una gran ventaja ya que en su funcionamiento no emite gases contaminantes a la atmósfera. Si la recarga del vehículo eléctrico se produce con electricidad renovable tenemos un vehículo que solo tendrá impacto en CO2 en su fabricación. Es cierto que la huella de carbono de un vehículo eléctrico es mayor a la de un vehículo de combustión, pero la reducción de emisiones durante su vida útil es significativa para mejorar la huella de carbono global. 

Cuando hablamos de vehículo eléctrico debemos tener en cuenta que hay varios tipos disponibles en el mercado. Por un lado, está el vehículo eléctrico puro que no lleva motor de combustión y no produce emisiones (etiqueta cero) y por otro están los híbridos, híbridos enchufables y microhíbridos (etiqueta eco) que además del motor térmico llevan un motor eléctrico que reduce el consumo de combustibles derivados del petróleo.  Los vehículos eléctricos puros tienen la gran ventaja de no producir emisiones, pero necesitan aumentar su autonomía cuando su uso es para cubrir grandes distancias. 

• ¿En qué situación se encuentra el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de recarga en España?

Dados los incentivos comentados, el incremento de ventas anuales de vehículos eléctricos es prácticamente exponencial con crecimientos anuales por encima del 30%, pero ha de tenerse en cuanta que la cuota de mercado de VEs está todavía por debajo del 3%, todavía lejos de países de nuestro entorno por encima del 5% y países nórdicos que superan el 50%.

Aunque estamos acostumbrados a cargar nuestros dispositivos utilizando un enchufe o conector, a la hora de cargar vehículos eléctricos, las instalaciones eléctricas de nuestros edificios y nuestras empresas no están preparados para tanta potencia. Dependiendo del número de vehículos a cargar y el tiempo de carga aceptable puede ser necesario solicitar un aumento de potencia y será necesario dimensionar las instalaciones eléctricas para que la recarga se realice de forma funcional, legal y segura. 

Dependiendo del tiempo de carga podemos hablar de carga lenta (más de 8 horas), carga semirápida (entre 6 y 8 horas) y carga rápida (carga del 80% en menos de una hora) será necesario cada vez la utilización de cargadores más potentes. Para la carga diaria en general utilizaremos un cargador en nuestra casa o nuestra oficina, pero cuando salimos de viaje necesitamos cargadores rápidos de 50 a 350kW que nos permitirán realizar una recarga en tiempo aceptable para realizar el viaje. Aunque es relativamente sencillo instalar cargadores semi-rapidos, el desarrollo de cargadores rápidos es más lento por su elevada potencia y los permisos necesarios para legalizarlos.  

Otro elemento a mejorar es la forma de realizar y pagar la recarga. Hoy en día esta se realiza con una tarjeta de proximidad o con un app instalado en el móvil lo que nos lleva a tener múltiples APPs, todas diferentes, que en algunos casos presentan problemas de comunicación. Es necesario la unificación de sistemas de pago como sucede en otros países que facilite la recarga y estandarice los precios. 

• Las empresas no son ajenas a este cambio, ¿que deben tener en cuenta en el análisis del cambio de flota?

Las empresas no pueden permitirse el lujo a ser ajenas a este cambio. Elementos como los precios de los combustibles, la creación de zonas de bajas emisiones en las ciudades y la responsabilidad social corporativa hace que las empresas tengan que adaptar sus vehículos al servicio que quieren ofrecer y mostrar con sus vehículos que tienen una actitud responsable con el medio ambiente.

Para saber qué elementos debe una empresa tener en cuenta, debe analizar cuáles son los mejores vehículos para su flota en función de sus desplazamientos, costes del vehículo, coste del combustibles, km realizados al año y modo de conducción de sus trabajadores. Para distancias diarias por debajo de los 200km el vehículo eléctrico es el candidato perfecto. Para distancias diarias menores a 40km y viajes largos esporádicos el híbrido enchufable puede ser la mejor alternativa, aunque han de vigilarse el número de viajes largos por su mayor consumo de combustible. Un estudio de electrificación de flota determinará el mejor vehículo y la infraestructura de recarga necesaria para cargar los vehículos en los tiempos requeridos. 

• ¿Cómo afecta el llevarse el vehículo del trabajo a casa y el teletrabajo en este nuevo escenario?

La modalidad de trabajo tradicional o más recientemente el teletrabajo, en la que te llevas tu vehículo del trabajo a casa, plantean paradigmas en cómo resolver la recarga del vehículo. Algunas empresas están apostando por tarjetas para la recarga en puntos de recarga pública y otras en abonar la recarga en la vivienda del trabajador. En este caso se plantean la entrega de bonos de coste fijo para cubrir el coste de la recarga o medir los kWh cargados en la vivienda y abonarlos al trabajador. Esta última opción plantea el uso de datos personales del trabajador al identificar donde se ha realizado la carga y durante cuánto tiempo que tienen que acordarse debidamente para no incomodar al trabajador. 

• Por último, ¿qué papel juega el hidrógeno en este cambio de modelo?

El hidrógeno está llamado a ser el gran revulsivo en la movilidad, ya que permite un almacenamiento con autonomías similares a los vehículos de combustión a los que estamos acostumbrados con un tiempo de llenado de tanque menor a los 10 minutos. Pero para poder llegar a estas ventajas será necesario avanzar en sus desventajas, ya que el hidrógeno requiere una gran cantidad de energía para su producción en masa a la presión necesaria para poder cargar un vehículo. Además, el coste de fabricación del vehículo de Hidrógeno es elevado debido al coste de la pila de combustible, que con la tecnología actual, necesita materiales de coste elevado. 

Un uso probable en el hidrógeno es en vehículos pesados y autobuses donde los consumos del vehículo eléctrico merman notablemente la autonomía. En estos vehículos de mayor tamaño el espacio de almacenamiento no es tan limitado y para aquellos que puedan repostar en la misma estación de servicio una hidrogenera puede dar servicio a varios vehículos repartiendo la inversión requerida. Estoy seguro que veremos en un futuro cercano más iniciativas como los autobuses de TMB de Barcelona o la iniciativa de taxis de hidrógeno de Madrid.